Las vías ferratas de Cantabria son de las más asombrosas España y Europa. La comunidad autónoma de Cantabria tiene un importante sello distintivo basado en su belleza natural.
Las playas, senderos y enormes montañas son sólo su carta de presentación. Con respecto a estas últimas, hablaremos en esta oportunidad de una forma distinta. En las montañas de Cantabria encontrarás asombrosas vías ferratas de diferentes niveles, para principiantes y expertos.
Pero, ¿Qué son las vías Ferratas?
Se trata de una actividad al aire libre, cada vez gana mayor popularidad. Son recorridos que pueden ser verticales como horizontales, que se encuentran equipados con clavos, presas, grapas, cadenas, pasamanos, tirolinas o puentes colgantes, que permiten llegar a zonas de muy difícil acceso.
Las instalaciones para practicar esta actividad, hacen posible que los participantes se pueden iniciar en la práctica de la escalada deportiva, y podrás llevarla a cabo con familiares, amigos o en forma individual. Veamos algunas de las vías ferratas de Cantabria más demandadas por los turistas y amantes de las alturas.
1. Vía ferrata de La Hermida.
Es una de las vías ferrata que se encuentran en Liébana. Podrás realizar cinco recorridos y dos barrancos, catalogados por niveles de dificultad media hasta dificultad alta. Es una de las vías con mayor afluencia de público, y es de las más visitadas en toda la región.
2. Via ferrata El Milar.
La Via ferrata El Milar, también se encuentra en Liébana. Aunque se trata de recorrido corto, es exigente y al mismo tiempo divertido. Básicamente es una subida en diagonal, que transcurre por encima del río Deva. Este dificultad media-alta y el recorrido se puede hacer en aproximadamente una hora.
3. Via ferrata Los Llanos.
También ubicada en Liébana, encontramos la Via ferrata Los Llanos. A diferencia de las anteriores, esta cuenta con una dificultad menor y es un tanto diferente.
La vía consta de tres largos, donde los primeros son para iniciarse, y el tercero ofrece tres posibilidades que van desde iniciación hasta profesionales para poder completarla.
Como podrás notar, se trata de una vía que da para todos los públicos ya que ofrece múltiples opciones. Cada participante podrá elegir el camino más adecuado para llegar a la cumbre.
4. Vía ferrata Socastillo.
Entre las vías ferratas de Cantabria más vertiginosas, encontramos en la vía Socastillo. Es la cuarta y última vía de Liébana, específicamente entre los pueblos de Ledantes y Barrio en Picos de Europa.
La vía no es para todo público, ya que cuenta con una dificultad media a alta. Tiene un largo y entretenido itinerario, con el puente colgante como su atractivo estrella. Se puede realizar esta ruta en casi 4 horas, lo cual representa una jornada completa de máxima diversión.
5. Vía ferrata El Cáliz.
La vía El Cáliz se ubica en Asón. Es una de las más fáciles a realizar, lo cual hace perfecta para iniciarse en esta disciplina.
Ofrece una actividad corta, pero bastante atractiva y divertida. Encontrarás dos itinerarios, uno bastante sencillo y el otro un poco más exigente. La recomendación es realizar primero los tramos fáciles, y a medida que asciende, podrás realizar las zonas más verticales.
6. Vía ferrata El Risco.
Ubicada también en Asón, encontramos la Vía ferrata El Risco, que se ubica específicamente en la localidad de Ruesca. La vía ferrata cuenta con un itinerario de 250 metros aproximadamente, para salvar un desnivel de 80 metros.
Se trata de una vía corta pero al mismo tiempo intensa, donde la sensación de vacío está latente durante todo el trayecto. Para realizar esta ruta, es necesario contar con buena forma física, con lo cual no es apta para todo público.
7. Vía ferrata Socueva.
Es la tercera ferrata del Asón. Se sitúa específicamente en Arredondo, y se trata de una vía ferrata de alta dificultad. Esta vía ofrece tres partes claramente diferenciadas y catalogadas según su dificultad.
Las dos primeras partes, corresponden a dos paredes que recorrer la vía, una de 100 metros y la otra de 60 metros de desnivel. Los otros 90 metros de desnivel se realizan andando por la ladera de la montaña.
Diferente de las otras de la lista, en este caso es la primera pared donde se observa la mayor dificultad. La segunda parte y tercera parte del trayecto suele ser más sencillo.
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